Humildes y Llorosos
Fr. Francisco
Fernández, ofm, 1961
Humildes y
llorosos, tus hijos hoy venimos; y tu favor pedimos, Jesús del Gran Poder.
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El látigo iracundo que abrió tus carnes suaves, de
nuestras culpas graves fue el precio abrumador.
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Por tu sudor de sangre en la oración del huerto,
Señor, mantén despierto nuestro ánimo hacia el bien.
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De espinas la corona que ciñe tu cabeza demuestra
la fiereza del hombre ingrato y cruel.
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Salvad al Ecuador
Fr. Francisco Fernández,
ofm, 1961
Jesús del
Gran Poder, Salvad al Ecuador.
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Vas camino del calvario, toda paz y todo amor con
la cruz sobre tus hombros olvidando tu dolor.
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Tus manos que bendiciones y milagros prodigaran
parece que la madera de la cruz acariciaran.
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De tu frente coronada caen gotas purpurinas son
las lágrimas de sangre con que lloran las espinas.
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Y tus pies que en los caminos dejaron huellas de
flores van dejando hasta el calvario huella de sangre y dolores.
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Jesús del Gran Poder, mi escudo mi baluarte,imploro que mi alma se impregne a tu manto, para siempre de tu providencia, verse cubierta, apiádate de mi roca mía. no me abandones, mi único refugio eres tu.
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